Riu y molín de Cagalin
En pleno terreno cárstico que caracteriza a gran parte de San Roque, hubo un
hundimiento (geológicamente hablando) que ocasionó el brote de un manantial de
buen agua y caudal aceptable que se apoderó de la hondonada, lo dominó como
riachuelo y se metió discretamente por una cueva, no sin antes dar movilidad a un
molino instalado a la entrada de la misma. Los restos de dicho molino aún pueden
contemplarse.
Pero llego el "progreso" y este pequeño ecosistema fue herido de muerte al
construir una edificación de toma de agua para enviarla a otros sitios dejando una
fracción muy pequeña de lo que fue en su origen.
Aún merece la pena el verlo.